lunes, 14 de julio de 2014

¿Y qué hago con todo esto?


Un mes en el albergue, unos días para salir de México porque se me cumplía el permiso de estar aquí (y la "migra" está cabrona por estos lugares) y de vuelta a SanCris.

Esto es el resumen, qué pronto puede una escribirlo y cuánto tardaré en ir poquito a poco digiriendo las cosas que veo, que leo, que escucho. Me tomo un momento para mirar atrás.

Ya volví de la tercera visita al albergue de migrantes, que ha sido la más dura sin duda. Tardaré en ir asimilando, eso de que secuestren a gente, se amputen piececitos y haya tanto trabajo en un lugar tan pequeño es, cuanto menos, costoso de tragar. (Seguro que tiene que ver con esta tos que me acompaña desde que salí del albergue)

Ya marchó Braulio, llegó tranquilo y con buena bienvenida ;)

Ya pasó la visita a Cuba, a conocer otras realidades, otras luchas, otras formas de ver la vida, de gestionarse, de buscarse el pan de cada día (y nunca más literal que en esta vez) Ya tuve el placer de visitar un país de una punta a otra y sentir una gotita de su quehacer diario, de sus ingenios, de su arte. Me alegro de haber visitado ahora este lugar, La Habana, Santiago, Baracoa, Camagüey y ese regalo de visita al Mausoleo del Ché en Santa Clara (todo llega en su justo momento, y cuando tiene que llegar)

Ya he tenido el gustazo de sentirme acompañada en un viaje, de no ir como siempre buscándome la vida de una combi / camión a un bus conmigo misma (que está genial, pero cuando la compañía es buena, gusta más)

Ya volví a viajar sola, de vuelta a San Cristóbal, a casa de gente buena, a seguir colaborando con la asociación, a estudiar un curso de masaje japonés (ironías de la vida ;) y a seguir con mis cremas y bolsas para sobrevivir.

Y ahora... me pregunto qué hago con todo esto.
Tengo un amasijo de cosas dentro y nadie me ha enseñado a gestionarlas.
¿Qué te trae la marea?
Tengo la sensación de aprender, aprehender, aprender... de conocer formas de vivir diferentes a las establecidas socialmente. Todas me encantan, en todas me veo reflejada, pero no soy capaz de elegir ninguna. Eso sí, tengo claro que en la colectividad está la clave, en formar equipo, en tener una carga conjunta repartida.

Dentro de poco viene Rakel a acompañarme, así que tendré tiempo para debatir mil posibilidades de vida.

Mientras tanto... seguimos en Chiapas, compartiendo, creciendo, soñando.

Que tengan ustedes felices vacaciones!